CAMBIO CONSCIENTE
- Manuel Alejandro Serna R.
- 17 abr 2017
- 3 Min. de lectura

Es usual que se acuda a consulta de Psicoterapia, buscando soluciones rápidas ante la desesperación del momento o en muchas ocasiones simplemente cohercionado para iniciar un proceso Psicoterapéutico y de transformación personal, ya sea por dictamen de un profesional, figura de autoridad, institución privada o entidad estatal; la persona suele estar ansiosa esperando que el Psicoterapeuta le brinde una fórmula mágica que solucione todos sus problemas en un abrir y cerrar de ojos o en su defecto que le brinde un certificado que avale su supuesto cambio.
La realidad es que los seres humanos modificamos nuestra forma de pensar, actuar y sentir solo cuando vemos la estricta necesidad de hacerlo, y cuando esto ocurre se buscan las herramientas necesarias para conseguir dicha transformación; si bien el sufrimiento es el que motiva a la persona a iniciar un proceso de Psicoterapia profundo y efectivo; en la mayoría de ocasiones es como si de una manera inconsciente e irracional se buscara un sufrimiento mas agudo o una medida mucho mas drástica para generar un cambio real y duradero.
La media es el autosabotaje, la inconsciencia y la incoherencia; de alguna extraña manera es mas conveniente continuar sumergido en el problema que buscar una solución definitiva, entonces este sufrimiento ya no es movilizador sino un potente sedante e incluso llega a ser un veneno peligrosamente adictivo, le pueden decir e incluso obligar a abandonar su infierno personal pero si la inercia lo supera entonces prefiere lo malo conocido a lo bueno por conocer como afirma el conocido adagio popular.
Mi labor como Psicoterapeuta no consiste en convencer al consultante de algo en particular, ni en decirle lo que debe modificar en su vida, mucho menos hacerme responsable de sus elecciones; mas bien represento un agente de cambio y transformación que permite ayudarle a generar un mayor nivel de consciencia y encontrar las respuestas que siempre había tenido enfrente pero su inconsciencia le impedía reconocer.
Suelo contar la anécdota de "el diván" que básicamente se refiere a un consultante que luego de un proceso Terapéutico prolongado por más de 2 años, se percata de la presencia de "el diván" en su última sesión, entonces pregunta ¿Ese diván es nuevo? y la respuesta que obtiene del profesional es ¡Ese diván siempre ha estado allí!
En muchas ocasiones no se encuentran respuestas, simplemente porque no conviene verlas; así como "el diván" se pueden tener disponibles soluciones a los problemas, pero a lo mejor no se desea solucionarlos; es común en Psicoterapia y en la vida cotidiana encontrarse ante el autoengaño; por ejemplo la queja permanente, ya que la mayoría de personas que se quejan de algo o alguien, rara vez están dispuestos a buscar soluciones, mas bien su queja encubre su comodidad y falta de compromiso con su bienestar; como la persona que lamenta su matrimonio pero no esta dispuesta a buscar su independencia económica y emocional, o quien reprocha constantemente su trabajo pero aunque tenga mejores oportunidades laborales se rehúsa a abandonarlo.
El Psiquismo Humano es un laberinto colmado de trampas, artimañas y recursos inconscientes diseñados para confundir y desorientar a quienes se atrevan a recorrerlo; sin embargo en la medida en que se avanza en El Sendero Interior, se van develando muchos secretos e información inaccesible para el que evita conocerse a si mismo; no espere a la crisis o la jurisdicción de un policía para generar consciencia, es preferible hacer un pequeño esfuerzo por conocerse a si mismo y generar un Cambio Consciente que esperar a que la vida lo lleve a un callejón sin salida y lo obligue a cambiar por Inconsciente.
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