HABLANDO DE PAZ, LA PAZ INTERIOR

"La paz proviene de adentro; no la busques fuera"

Buda.

En una época de discusiones políticas sobre procesos y acuerdos de paz; quisiera abordar esta temática desde un punto de vista un poco más introspectivo y profundo.

Pregúntese muy sensatamente ¿de las 24 horas del día, cuantas puede decir que se encuentra en profunda plenitud, tranquilidad y sosiego? Respóndase sinceramente y lo más probable es que descubra que incluso en la dimensión onírica usted se encuentra en un campo de batalla, de disertaciones estériles o colmado de preocupaciones del día a día.

Haga el ejercicio de salir a las calles en una postura de observación, sin emitir juicio alguno y desidentificándose de sus propios problemas; entonces perciba como se encuentran las personas en ese entorno, observe sus rostros, la manera en que caminan y se relacionan en el contexto. ¿Qué descubrió? Seguramente y más aún si se encuentra en una ciudad como Bogotá, es que en términos generales las personas manejan unos niveles de estrés bastante altos, caminan deprisa, se chocan con otras personas y viven embotados en sus propios pensamientos o en sus “teléfonos inteligentes.”

Observe que ocurre si en medio del caos que vive a su alrededor; usted respira profundamente, entra en un estado de tranquilidad y deja a un lado las preocupaciones propias de la vida moderna… entonces podrá comprender que desde este lugar de calma se puede ver más nítidamente, pensar claramente y principalmente volverse un refugio de Paz en medio de una realidad tan caótica.

Así que antes de esperar que el orden provenga del exterior; medite profundamente y comprenda su papel protagónico, sea un agente del cambio a través de la transformación personal, ya que si usted no actúa en concordancia con sus intenciones es imposible que vea un impacto en su realidad externa.

Si realmente desea la paz, empiece por cultivarla en su vida cotidiana y así pondrá su grano de arena.