LA PAREJA: EL ESPEJO DEL ALMA
- Manuel A. Serna R.
- 22 abr 2015
- 3 Min. de lectura

El motivo de consulta catalogado como “problemas en la relación entre esposos o pareja” es cada vez más frecuente en el espacio de Psicoterapia y una fuente de malestar importante para un creciente número de personas. Escucho durante las sesiones, historias en que la relación de pareja genera un profundo sufrimiento o por el contrario se vuelve uno de los pilares en el bienestar personal; ambos contrastes que al fin y al cabo reflejan los matices del Psiquismo humano.
Uno de los hallazgos más importantes de Carl G. Jung, padre de la Psicología Profunda, es la comprensión de las polaridades masculina (Animus) y femenina (Anima) como (arquetipos universales) aspectos del Psiquismo individual y colectivo independientemente del género, cultura o condición social; que al estar en desequilibrio generan caos y conflicto tanto a nivel interno como externo. Es decir que la relación de pareja aunque se manifieste en un terreno tangible, se gesta a nivel inconsciente en cada persona y solo podría ser armónica cuando los contenidos masculinos y femeninos, las dos fuerzas complementarias de la naturaleza, actúan en equilibrio; conjunción que muestra claramente el símbolo taoísta del Ying-Yang en su perfecto balance de las polaridades.
La unión del Masculino – Femenino dan origen a la vida, por lo menos en la reproducción sexual característica de los mamíferos; pues incluso mediante la inseminación in vitro debe existir un donante y un receptor; al ser producto de ambas fuerzas es comprensible que nuestro Psiquismo comparta información dual, que se puede equilibrar y armonizar al realizar por ejemplo uno de los procesos que sustentan “Las Constelaciones Familiares Sistémicas” llamado Tomar a los Padres, que significa honrarlos a ambos, reconocerlos interiormente como esos seres transmisores de la Vida; en palabras de Bert Hellinger “Honrando a sus Padres, el hijo honra la Vida.”
¿Qué significa Tomar a los Padres y equilibrar los opuestos en el escenario de la relación de pareja?; pues simple y llanamente al estar en paz consigo mismo, honrar a sus padres y reconocer la importancia de ambos; la persona puede ver en ese otro que eligió como pareja, un ser que al igual que él o ella proviene de un Hombre y una Mujer; ahora ellos serán potenciales transmisores de vida, o aunque se trate de una pareja del mismo sexo, podrán equilibrar sus polaridades y sanar sus heridas.
Ese ser que actúa como mi pareja; a través de sus miedos, conflictos inconscientes, inseguridades y desequilibrios me muestra mi propia locura; lógicamente sería más fácil verla exclusivamente en esta persona, pero solo cuando puedo comprender que el otro y aún más la pareja me refleja mi propio ser; ya no busco que esta persona cambie, no critico, no me creo el juez de su existencia, simplemente acepto lo que me está reflejando y deseo sanar esas heridas de mi alma que esta otra alma me está mostrando, busco evolucionar y hago lo posible porque la relación y esa persona también lo hagan, decido sanarme para también sanar a la pareja, a la relación, a mi linaje y en general a toda nuestra especie.
Antes de condenar a su pareja, mejor pregúntese ¿qué es lo que esta persona me está mostrando que no he querido ver? Lo más probable es que descubra que este ser que en menor o mayor medida le genera disgusto, ira, dolor, sufrimiento; es en realidad usted mismo, porque esa persona es “el espejo” mediante el cual ve su verdadero ser; el otro le va a ayudar a sanarse o herirse más, cada uno decide; pero si cree que su pareja es quien tiene ese poder, entonces buscará inconscientemente personas más dañinas hasta que comprenda que el daño se lo hace usted mismo, por eso permitió que dicha persona se lo hiciera; solo cuando decida no destruirse ni destruir; entonces estará listo para crecer en pareja si así usted lo decide, o por lo menos crecer mediante otro tipo de relaciones y poder servirle a la Vida.
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