top of page

La Enfermedad, un mensaje Algo Más Grande.

  • Foto del escritor: Manuel Serna
    Manuel Serna
  • 28 jul 2014
  • 4 Min. de lectura

En sus más recientes textos Bert Hellinger a quien se le atribuye la creación del movimiento “familienaufstellung” en alemán, o como se conoce en el castellano “Las Constelaciones Familiares”; manifiesta que ya no hace Constelaciones Familiares sino que junto a otras personas se disponen al encuentro con algo Más Grande, y es esa fuerza la que opera e impone orden de una manera difícil de explicar. “La enfermedad es parte de un gran acontecer, que se dirige a algo Más Grande. Si nos empatizamos en este acontecer y nos entregamos a él con confianza puede ocurrir algo inesperado” B. Hellinger (pag. 13) 2007.


Precisamente la razón de ser de un ejercicio de Constelaciones Familiares orientado hacia la comprensión de un proceso de enfermedad, es detectar si el mismo no está siendo dirigido orgánicamente por algo Mas Grande como lo describe Hellinger; sino que es guiado de manera antinatural como resultado de la descompensación a nivel organísmico, familiar, ancestral y/o socio-cultural. Desde el punto de vista sistémico generalmente se debe a un desequilibrio en una o más, de las leyes descritas por B. Hellinger como las Ordenes del Amor.


Estas leyes han sido expuestas a lo largo de la evolución del movimiento sistémico familiar y se han conglomerado en tres básicas; Pertenencia, Jerarquía y Equilibrio.


La pertenencia procura porque cada miembro sea vinculado al sistema y se logren incluir a los excluidos; el ejemplo más notable que expone el autor de este movimiento, lo orienta hacia sus primeros años de ejercicio terapéutico en los que casualmente trabajó con familias de origen judío, siendo el alemán y estando durante algunos años en el nazismo; precisamente lo que descubrió es que luego del holocausto judío; se creó un resentimiento justificado además, hacia la raza aria, que incluso dentro de los sistemas familiares un miembro de la familia solía representar al verdugo; por lo que era excluido, marginado, humillado e incluso asesinado. Cuando se reestablecía este orden, se lograba romper con la cadena de abusos, víctimas y victimarios dentro de estos sistemas y se reconocían a todos los miembros e incluso agentes externos vinculados (en este caso los nazis) como huellas inseparables de la memoria familiar. Cuando se reconoce la historia familiar con todo lo que ello implica, se puede generar un cambio en el destino, partiendo de lo que efectivamente sucedió, buscando la vinculación de los excluidos y la reparación a las victimas tanto dentro como fuera del sistema.


La jerarquía busca que el que estuvo primero tenga prioridad sobre el que llega después, así como el que detenta mayor poder y autoridad prevalezca sobre el que no lo tiene; este orden se explica fácilmente en el reconocimiento a los padres, como esas personas transmisoras de vida, valores y amor; ante los cuales siempre se debe tener una postura de respeto, reconocimiento, humildad y principalmente comprender que los hijos siempre serán los pequeños frente a sus padres. En este orden de ideas, esta ley se desequilibra por ejemplo cuando un hijo toma el lugar de uno de los dos padres, ya sea por ausencia, enfermedad u otro motivo, usurpando así este rol; lo que no permite reconocer al padre o la madre, soportando un peso demasiado alto, que además no le corresponde y generando dentro del sistema una confusión en los roles y en la autoridad.


El equilibrio se encarga de que exista bi-direccionalidad entre el dar y el tomar; es decir que cada miembro debe procurar por no abusar de una u otra, ya que cuando se da en exceso se agota la fuente de donde provienen los recursos ya sean emocionales, materiales o de otro tipo y se generan lazos de dependencia e invalidez a quien recibe sin dar nada a cambio; ya que estará viciado el vínculo y quien solo recibe se vuelve un miembro parasitario que agota los recursos de todo el sistema. Un ejemplo utilizado frecuentemente es en la relación de pareja en la que uno de los dos delega toda la responsabilidad en el otro y no busca la manera de compensar y retribuir a la relación; sino que solo se esmera en satisfacer sus necesidades propias; así como el que da y da se va sintiendo cada vez más; utilizado, agotado y llegará el punto en que si no siente el compromiso y el esfuerzo del otro, pues el vínculo no soportará más la descompensación existente.


Partiendo de estas leyes básicas, sin llegar a ser por ello un proceso sencillo o sin importancia; las Constelaciones Familiares orientan los movimientos sistémicos internos y externos en pro de la restitución de las Ordenes del Amor y de otros elementos que se van desglosando consecutivamente cuando ese Algo Mas Grande entra en acción.


Si usted actualmente está sufriendo un padecimiento grave, se siente agobiado y no encuentra salida alguna; medite profundamente acerca del mensaje que está portando esta dolencia (que le quiere decir) si realmente se ha presentado como el actuar infrenable del tiempo o si por alguna razón usted mismo ha provocado esta dolencia arbitrariamente; observe como se encuentra consigo mismo, con los demás y con el entorno; dese la oportunidad que ese “Mensaje Algo Mas Grande” emerga paulatinamente e imponga orden, busque ayuda y luego de que haga todo lo posible por comprender su situación, confíe en que pertenece a un gran proyecto que no controla, dese la oportunidad de ser parte de Algo Mas Grande.






BIBLIOGRAFÍA


GIRALDO, Mónica; VARGAS, Carmen. (2012) Constelaciones Familiares. Fundamentación sistémica de Bert Hellinger. Bogotá. (1° edición) Ediciones de la U.

HELLINGER, Bert. (2007) El Intercambio. Didáctica de Constelaciones Familiares. Barcelona. (2° edición en castellano) Rigden Institut Gestalt

HELLINGER, Bert. (2001) Órdenes del Amor. Barcelona. (3° edición en castellano) Herder.

ULSAMER, Bertold. (2013) El Oficio de las Constelaciones Familiares.(1° edición en castellano) Barcelona. ED. Obelisco.


Manuel Alejandro Serna Ramirez.


 
 
 

Comments


Featured Posts
Recent Posts
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
 © Manuel Serna
      Psicoterapia Integrativa
        desde 2014
bottom of page